Toda invitación se agradece y se celebra. Es un gesto de reconocimiento, de solidaridad para compartir en un breve tiempo, universos subjetivos entrelazados a través de historias de vida, vocaciones, lecturas e identidades.

      Conocí a María Rosa Lojo por sus  textos en la década del 90, por mujeres que la conocían de la vecindad barrial y universitaria. Por ser, ellas y yo, lectoras atentas a una manera de unir la historia real, la fantástica y la poesía en una literatura distintiva, donde las mujeres tenían una voz propia y desafiante, tal como se iría forjando la propia voz de la escritora, hemos continuado leyendo y apreciando su obra. Más tarde, tendría el honor de entrevistarla, en el año 2021, en el programa radial “Conversando con Más Mujeres”.

      El pasado 23 de septiembre, en el Instituto de Literatura Argentina “Ricardo Rojas”, perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, dirigido por primera vez por una mujer, la investigadora y ensayista, Dra. Alejandra Laera, nos encontramos en una tarde de lluvia torrencial, para conmemorar el aniversario de cuatro de las obras de María Rosa Lojo: Visiones (1984); La Pasión de los Nómades (1994); Las Libres del Sur (2004) y “Todos éramos hijos” (2014) y, sus treinta ocho años como investigadora becaria del Instituto, entre 1980 y 2018. La organización estuvo a cargo de la Dra. María Laura Pérez Gras y las presentaciones por parte de Florencia Abbate, Marcela Crespo, Enzo Cárcano y María Laura Pérez Gras.

      En cada una de las exposiciones se fueron articulando las distintas relaciones de los expositores con la vida académica de María Rosa Lojo, sea como investigadora, profesora, directora de tesis, como así también con las diversas decisiones literarias que como escritora ha ido abordando en un ir y venir entre la investigación histórica, el recorrido antropológico, la reflexión filosófica, la mirada crítica de género y la creación literaria. 

      Entre sus personajes femeninos más complejos se encuentran, quizás, Eduarda Mansilla (1834-1892) y Victoria Ocampo (1890- 1979), dos mujeres que en su momento histórico han desafiado los mandatos culturales de la época y aún de los sucesivos, ambas interesadas por la cultura, siendo escritoras o, en el caso de Victoria, también editora, fundadora y  directora de la revista “Sur” desde el año 1931, cuyo último número, el 371, fue editado post-mortem, en el año 1992. 

      Su libro “Visiones”, recibe el Primer Premio de Poesía, en la Feria del Libro de Buenos Aires en el año 1984. Está escrito en prosa plena de lirismo. La obra transita por seis grandes temas: Los Signos Oscuros; La Palabra Muda; Revelaciones; Los Avatares; De los Amados; El Dios que huye. En uno de sus textos, dice: “Exenta de amor, absuelta de odio, miraré detenida en el más alto reposo de los escalones. Miraré. Pero no he de mirar largamente sin que el amor doloroso y difícil se eleve desde su hondura cavilante y me muestre mi propio ser: frágil y agudo y recogido en las esquinas inasibles, en las esquinas inasibles del tiempo”.

      “La Pasión de los Nómades” es una novela original que transita entre la ciudad postmoderna y las encrucijadas pampeanas en donde convergen personajes históricos y literarios (Lucio Mansilla, Rosaura y Merlín, entre otros). Están los patéticos fantasmas junto con los humanos de carne y hueso, en conversación con  criaturas del viejo sueño celta, donde los próceres bajan de sus pedestales y las hadas se visten de jean. La novela nos invita a un verdadero desafío lector.

      Respecto a “Las Libres del Sur”, ha dicho María Rosa Lojo, que decide escribir sobre Victoria Ocampo, en el año 2004, porque consideraba que todavía era necesario defender a Ocampo de los prejuicios dentro de su propio país. La novela se centra en un determinado período histórico de la vida de Victoria, entre los años 1924 y 1930, entre la visita del poeta Rabindranath Tagore (a quien hospeda por tres meses), y los comienzos de la Revista Sur y su relación intelectual con Waldo Frank. Sin duda, significó una tarea ardua escribir esta novela, delimitar la época de la vida de la protagonista, construir los diálogos con profunda verosimilitud, decidir cuáles deberían ser los personajes históricos tanto como los literarios para ir dando cuenta, entre otros aspectos, de una feminidad inédita, de una ruptura vital que traspasa su condición de clase y género para producir hechos incontrastables en la cultura argentina.

      En referencia al libro “Todos éramos hijos”, una novela de alto contenido autobiográfico teniendo en cuenta que la misma relata la vida de unos jóvenes entrecruzados por los entretelones de una época violenta de la historia argentina, donde María Rosa por una parte es heredera del dolor del enfrentamiento político, por ser hija de españoles exiliados de la Guerra Civil y, a su vez por vivir su adolescencia, en Buenos Aires, en la década de los años setenta. En una entrevista dada a Sebastián Robles para la Casa de Letras, dice sobre su libro: “Mi novela construye una realidad matizada, un mundo donde no todos los jóvenes son militantes, donde no todos los militantes eligen o prueban la lucha armada, donde algunos viven de manera conflictiva el cruce entre cristianismo y guerrilla, o se resisten a la militarización creciente de las organizaciones. El texto muestra cómo se van gestando teorías que fundamentan la militancia, y hechos políticos que exigen y desencadenan reacciones que transforman a las personas. Se ve qué pasa dentro de las familias, cómo padres e hijos experimentan sus diferencias ideológicas y generacionales”. Un libro que los jóvenes no deberían dejar de leer.

      Al término de las presentaciones, todas ellas muy interesantes dada la riqueza y complejidad de sus respectivos tratamientos que nos han posibilitado comprender y profundizar sobre la obra extensa y peculiar de la escritora, es María Rosa Lojo quien toma la palabra para agradecer a todos y, a cada una de las personas que han organizado y han asistido a esta velada, con la calidez y  la sensibilidad que la caracteriza, dejándonos a las Mujeres un valioso y profundo mensaje…»las Mujeres tenemos derecho a todo». Así sea.

Mirta Salafia

Más Mujeres informa que María Rosa Lojo ha sido honrada como miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, en el Área de Humanidades, para ocupar el sillón de Alejandro Korn en el sector de Filosofía, Educación y Letras, en el mes de agosto de 2024.