“El arte es lo único que hace posible que
las personas estén unidas y sean más sensibles” V.C.
Nace en Mendoza, el 10 de octubre de 1964. Inicia sus estudios en la Universidad de Cuyo, estudiando canto y violonchelo, que comienza a aprender a los cinco años. Se perfecciona en Londres y en Alemania. Gana un primer premio en la Ciudad de Buenos Aires, la Beca Shell y el premio Francisco Viñas en la ciudad de Barcelona. Canta dirigida, entre otros directores, por Marc Minkowsky, Zubin Mehta, Claudio Abbado, John Eliot Gardiner, Fabio Biondi, René Jacobs, Jean-Christophe Spinosi, Adam Fischer, William Christie, Nikolaus Harnoncourt, Sir Neville Marriner. Su repertorio comprende, entre otras, obras de Antonio Vivaldi, Domenico Scarlatti, Richard Strauss, Gioachino Rossini, W. Amadeus Mozart, Georg F. Händel, Pier Francesco Cavalli. Canta en la Ópera de Viena, en la Ópera de Munich, en el Teatro Comunale di Firenze, en el Teatro La Fenice de Venecia, en La Scala de Milano, en la Ópera de Zurich, en el Teatro de la Moneda de Bruselas, en la Ópera de Washington, en la Ópera de San Francisco, en la Ópera de Dresde, en la Ópera de Ámsterdam, en el Teatro de los Campos Elíseos de París, en la Ópera Nacional de Tokio y en el Teatro Colón de Buenos Aires. Ofrece clases magistrales en Italia y Estados Unidos. Dirige la Fundación de Posgrado en la Universidad Congreso en la provincia de Mendoza. En el año 2018 celebró sus 25 años de carrera en el escenario del Teatro Colón. Ha sido personalidad destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el año 2019 y, ese mismo año honrada con el Konex de Platino como mejor cantante de la última década. En abril del año 2023, en el Teatro Bolshoi de Moscú, recibe el Premio a la Mejor Intérprete Clásica otorgado por la International Professional Music BraVo Award.
Durante el año 2020, unas de las primeras entrevistas realizadas por el programa radial “Conversando con Más Mujeres”, es a la soprano Verónica Cangemi.
El inicio desde muy niña con el violonchelo y el canto, sea de la mano de su madre, cantante lírica, como de sus profesores, representan el lugar fundante de su magnífica trayectoria. En referencia a ello, nos dice:
“Creo que no sabía ni leer ni escribir, pero sí sabía las notas musicales y entender el idioma. Y la magia de la música desde muy pequeña, porque mi madre me llevó en el vientre cantando por varios teatros y, cada vez que pienso en eso, me lleva a un mundo de alegría, de felicidad, de ilusión, de emoción. Leonor Uriburu de Anchorena para mí significó mucho, fue el paso para mi vida profesional internacional. Fue mi gran amiga, mi gran mecenas, ella ayudaba a los jóvenes. Yo era una joven que venía del interior del país sin muchas posibilidades económicas como para poder pagarme cursos, viajes, salidas al extranjero. En ese momento, ella organizaba y aportaba mucho a la Argentina. Hizo festivales musicales en Buenos Aires junto con el concurso para la Beca Shell. Yo la conocí ahí, cuando me presenté a rendir el concurso. Gané el primer premio, y viajé a Europa. Me hizo conocer toda Europa, me explicaba sobre su arquitectura, acerca de su historia y me llevaba a todos los museos”
Verónica Cangemi es singularmente una exquisita soprano de la ópera barroca y en los últimos años, el Teatro Colón de Buenos Aires ha contado con su maravillosa participación en roles protagónicos, más allá del barroco. En el año 2018, se representa la ópera Peleas y Melisande (Pelléas et Mélisande) de Claude Debussy, cuyo libreto está basado en la pieza homónima de Maurice Maeterlinck. La ópera es un homenaje íntimo del compositor a Tristán e Isolda de Wagner, en una nueva versión del triángulo amoroso. Fue estrenada en París, en el año 1902. Verónica Cangemi interpreta a Mélisande, criatura pequeña y sensible en el reino imaginario que propone el texto -nada de lo que sucede es insignificante-, metáfora que asume la síntesis del drama.
En el año 2019, Verónica Cangemi participa en dos óperas. Turandot de Gioachino Puccini, cuyo libreto corresponde a Giuseppe Adami y Renato Simoni, y la música fue completada por Franco Alfano, dada la muerte de Puccini. La ópera se estrenó por primera vez, en el año 1926, en el Teatro La Scala de Milán. Verónica Cangemi interpreta al personaje Liú, esclava del Rey Timur, quien se suicida para no revelar el secreto que pone en riesgo la vida del príncipe Calaf, hijo de Timur y su gran amor. A los pocos meses, regresa al escenario con la ópera barroca, “L’Incoronazione di Poppea» de Claudio Monteverdi y cuyo libreto es escrito por Giovanni Busenello. Fue estrenada en Venecia en el año 1642. En esta oportunidad, en el Teatro Colón, la orquesta barroca está a cargo del Ensamble Matheus dirigida por su Director Jean- Christophe Spinosi y el personaje principal, Poppea es interpretado magistralmente por Verónica Cangemi. La acción sucede en Roma, entre los años 58 a 62 a.c., durante el reinado del Emperador Nerón. La Fortuna, la Virtud y el Amor discuten sobre la divinidad más influyente en el corazón de los hombres. El Amor se propone demostrar su supremacía cambiando el curso de la historia.
Verónica Cangemi, nos comenta en relación con la ópera barroca: “Lo que tiene el mundo barroco, con diferencia del clasicismo, es que la voz es un instrumento más. Eso es lo que a mí me impactó de ese repertorio, porque yo no pasaba hacer la cantante del bel canto donde me acompañaba una orquesta y era totalmente la protagonista, sino donde mi voz pasaba a ser un instrumento. Es bastante interesante el mundo barroco porque uno intercala muchísimo con la orquesta como un instrumento más”.
El año 2022, se abre la Temporada Lírica del Teatro Colón, con la ópera La Bòheme de Giacomo Puccini, con libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, basado en la novela, Escenas de la Vida Bohemia de Henry Murger. La ópera estrenada en 1896, es la ópera más representada durante el siglo XX y continúa interesando al público. Es la historia de cuatro bohemios que viven al borde la miseria y gozando del amor. El poeta Rodolfo, el pintor Marcello, el músico Schaunard y el filósofo Colline confrontan las veleidades de la modista Mimí y la escandalosa cantante Musetta. Es una oda a la juventud con un amargo final que se enmarca por su fugacidad y el desencuentro del verdadero amor. El personaje Mimí es interpretado por Verónica Cangemi caracterizado por su intensidad actoral que acompaña a su admirable precisión técnica vocal.
Verónica Cangemi es una soprano comprometida con la formación de cantantes, la divulgación y la transformación de la ópera para ser comprendida por las nuevas generaciones. Viaja por el mundo para dictar Master Class (clases magistrales), hace años que trabaja para la conformación de una Orquesta Barroca y dirige un post-grado de canto, en la Universidad Congreso en San Rafael, Mendoza. En la entrevista, explica con claridad esta necesidad de la difusión y adecuación de las obras: “
Si vamos a Europa vemos que hay muchas ciudades con arquitectura barroca o con rococó, y en países más modernos vemos que la arquitectura evolucionó y cambió. Entonces la música es básicamente lo mismo, la música fue cambiando con la evolución del tiempo y del barroco pasó al clasicismo, y después llegó hasta la música contemporánea. La gente le tiene un poco de miedo a lo antiguo, en las óperas hay historias mitológicas -especialmente- con mucha mitología griega, pero eso no quiere decir que la música en sí no sea algo que no nos sorprenda. Yo creo que es momento de poder actualizarnos y transformarnos, y ver de qué forma podemos hacer llegar de alguna manera, esa música tan antigua y tan barroca a los millennials.
Creo que la gente le tiene mucho miedo a los teatros, a los miriñaques, a las pelucas, porque es de otra época. Pero la música, lo que tiene, es que se mantiene moderna en el tiempo. Hoy por hoy, es difícil mantener óperas tan largas. Si se le pregunta a un adolescente de quince años que es la ópera, se va a asustar, no va a saber nada, porque el tema de comprenderla requiere, además, tener cierta formación. Lo importante en la ópera es actualizarse. Y de la manera en que se comenzó fue colocando las traducciones en los teatros. Estoy en un proyecto muy grande de transformación que, en poco tiempo, espero poder finalizarlo y darlo a conocer al público, a las redes. Se trata, justamente, cómo hacer para que a los jóvenes les atraiga el mundo de la ópera y que sepamos que no se van a aburrir y/o que lo van a entender”
La flauta Mágica, singspiel (ópera en alemán con secciones habladas) en dos actos de Wolfgang Amadeus Mozart, con libreto en alemán de Emanuel Schikaneder se termina de presentar en una puesta muy original, luego de recorrer varios teatros del mundo, en el Teatro Colón de Buenos Aires, provocando contrastantes opiniones. La producción es de la Komische Oper Berlin, la dirección de escena de Barrie Kosky y Suzanne Andrade, la animación de Paul Barritt, la dirección musical de Marcelo Ayub, la dirección coral de Miguel Martínez y la participación en el rol protagónico femenino -Pamina- de Verónica Cangemi.
Al Director Barrie Koskyse se le atribuye su programación ecléctica de la ópera canónica en donde se articulan entre otros rasgos principales el teatro musical y la opereta de la época de Weimar. Es uno de los directores de escena más solicitados a nivel internacional en la actualidad. Suzanne Andrade es fundadora y directora artística de 1927 junto con Paul Barritt. En 1927 se trabaja en la intersección de performance y animación, de lo vivo y lo digital. Se especializan en sincronizar actuaciones y música en vivo con animación artesanal, ilustración y cine para crear un teatro fílmico mágico. Suzanne Andrade es escritora y directora de obras galardonadas y se encuentra en una lista de las mil personas más influyentes del teatro del Reino Unido.
La Flauta Mágica ocupa en el lugar de la ópera y del propio compositor, un lugar privilegiado. Mozart invirtió en ella toda su maestría para lograr que elementos dispares conformarán una obra con tal densidad de sentido que pudiera ser explotada desde distintas perspectivas. La obra goza de una riqueza de melodías inolvidables y presenta una estructura compleja de temas relacionados que acompañan el devenir del argumento y marcan con rigurosidad, momentos claves de la historia. La Flauta Mágica manifiesta en esencia el -sapere aude- el -usa tu propia razón- de Immanuel Kant, donde los personajes se embarcan en un viaje de autodescubrimiento y crecimiento moral, guiados por la razón y la sabiduría, dice Virginia Chacon Dorr, en el texto producido para el programa de mano bajo el título: La Armonía de la Razón.
Seguramente, Verónica Cangemi, protagonista de esta puesta innovadora debe haber sentido el desafío de cantar y actuar atada, casi inmovilizada y en altura, con dibujos animados y efectos lumínicos en un mismo plano sobre sus ojos, durante más de dos horas. Sin embargo, recorriendo la entrevista y comprendiendo su pasión y disciplina, sus valores y propuestas, esta obra en su conjunto la estará acercando, sin dudas, a sus propósitos de transformación y difusión de la ópera.
Damos un final a esta larga entrevista eligiendo sus palabras sobre las Mujeres y la Ópera:
“Hay mujeres que están escribiendo y dirigiendo ópera contemporánea. La mujer que está hoy en la ópera tiene un protagonismo mayor, tanto en la parte artística como en la parte de gestión. Mozart amaba a la mujer, en el mundo de la ópera ‘mozartiana’ había muchas mujeres. En el mundo barroco, también tenían mucho protagonismo… pero, sólo como artistas para cantar. Si eran compositoras o si eran creadoras, no era posible publicarlas por el solo hecho de ser mujeres”.
Mirta Salafia