Bea Strugo vive en la ciudad de Resistencia, Provincia del Chaco.
Es Miembro Didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Es Miembro de la Federación Latinoamericana de Psicoanálisis.
Es Miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional con sede en Londres.
Artista Plástica.

Entre los años 2020 y 2021, Bea Strugo participa en dos entrevistas y en el Primer Encuentro Virtual de Artistas a través del Programa radial “Conversando con Más Mujeres”. La última entrevista que se le realiza y con ella se cierra el ciclo se enmarca en los Mitos y Realidades sobre el cuerpo de las Mujeres. 

               Se considera oportuno revisitar la entrevista, ofrecer un formato especial  de  lo oral a lo escrito, destacando lo más relevante del pensamiento y del posicionamiento de la psicoanalista Bea Strugo. Además, se ha contado con la gentileza de la entrevistada para realizar un agregado posterior, a comienzos de este año 2024, para dar cuenta de su mirada en relación con las identidades de género y la condición de la mujer.

Nacer Mujer
               “No siempre es una bendición ser mujer en determinadas familias. No siempre se festeja el nacimiento de una niña. No solamente en las culturas orientales, donde es muy claro el festejo con el nacimiento del varón y no así con la mujer. Esto tuvo un predominio y aún lo tiene en todas las religiones. Hay muy pocos Papas que han hecho algo por la mujer. Y las figuras religiosas también hacen muy poco por la mujer. Es como que, a la mujer, hay que tenerla sofocada y que no hable, desde el mito originario de Eva que no puede acceder al conocimiento. Ni qué hablar de Lilith que no existe en la Biblia porque se comía a sus hijos, mito que vuelve a través de otros y distintos mitos”    

La Menstruación
               “La mujer quedó absorbida por la maternidad. Le fue impuesta. Desde la Virgen María, sin pecado concebida. Es un cuerpo para tener hijos y no para sentir placer. A su vez, constitutivamente, la mujer padece desde que comienza su menarca, desde la aparición de su primera menstruación. Tiene que poder tolerar la sangre y los dolores, la hinchazón, los dolores que son producto de esas hinchazones durante toda su vida hasta el climaterio.

               En todas las religiones, la menstruación es un tabú, la mujer es impura e incluso se la separa del resto, en un lugar de la casa. Creo que todo esto retroalimenta la angustia, y el misterio del hombre, por el cuerpo de la mujer, a través de la historia. Ese cuerpo que es el que va a procrear, va a ser el encargado de la continuación de la especie. Porque solamente la mujer puede y lleva dentro de sí, el fenómeno de la vida. Solamente la mujer es capaz de dar su vida para engendrar vida, porque es un hecho que la mujer -en cada embarazo y parto- está arriesgando su vida” 

El Embarazo, el riesgo de vida y sus secuelas
               La historia no registra estadística antes del siglo XIII, sobre el embarazo y el riesgo de vida, en el mundo occidental, en relación con las muertes de las mujeres dando a luz, tanto como durante o a posteriori del parto por infecciones u otros motivos. A partir de los siglos XIII y XIV, comenzaron a tener algunas estadísticas que circulaban entre los nobles y los aristócratas. En el siglo XIV, en Florencia, hubo un comerciante de seda que tuvo cuatro mujeres y con ellas treinta hijos. Cada una de ellas murió, por dar a luz, después de cuatro o cinco embarazos, durante dos o tres años de parir hijos y de volver a quedar embarazada. Él continuó hasta dos años antes de su muerte, cambiando mujeres para tener hijos. Es decir que, su gran interés, no era tener una esposa, sino tener alguien con quién engendrar descendencia. El historiador que investigó el tema agrega que el interés por sus descendientes lo llevaba en un libro de contabilidad. Registraba hijos, fortuna y  la apropiación de los centros comerciales. Necesitaba de los hijos varones para ver cómo se producía o cómo sería un mercado monopólico de la importación de la seda en Europa, concretamente en Italia

               “En la actualidad, hay muchas parejas donde el hombre fuerza a la mujer a tener hijos, como una forma de tenerla y retenerla. En el deseo de ser madre y de ser padre hay una fantasía de perpetuación y de trascendencia. Este deseo convive además con el deseo de sumisión sobre todo con mujeres que no pudieron cuidarse y que los varones no desean que se cuiden o no se lo permitieron. La idea no es ser padres, es tener hijos para que esta mujer quede subsumida en la maternidad y no pueda tener la posibilidad de independencia económica, al menos para poder dejarlo. Además, los métodos anticonceptivos están pensados desde el cuerpo y para el cuerpo de la mujer. No para el cuerpo del varón. Son muy pocos los que se hacen una vasectomía.

               Hay secuelas en cada embarazo. Luego del amamantamiento, los pechos quedan distintos. Las caderas, de hecho, se abren para alojar al niño. La vagina puede no quedar igual, marcas de las cesáreas, entendiendo que una cesárea requiere cinco cortes hasta llegar al útero.

               Durante el embarazo, los varones experimentan desde conductas de identificación con la mujer embarazada, como también puede provocarles miedo y conductas agresivas. Hay muchos varones que no pueden tocarla durante todo el embarazo. Si bien esta mujer puede estar mucho más sensual y por un tema de hormonas más dispuesta a tener sexo. Los varones no pueden ingresar, en este caso, a ese continente en donde hay una situación de tabú. Las mujeres embarazadas son divididas no sólo por el varón sino por las mismas mujeres ya que el embarazo se vive como situación de completitud fálica. No es quizás, una vivencia de la mujer misma, sino de la otra mujer que la está mirando”

La Menopausia
               “El tema es cómo llevar adelante la menopausia. Depende mucho de la psicopatología de la mujer, de la personalidad de base y de la sexualidad que tuvo previamente. Depende de muchas cosas. Incluso, la mujer que no tuvo hijos, a veces está en mejores condiciones para enfrentar la menopausia porque ya apareció la frustración y la vivencia de castración con las pérdidas de los embarazos y las imposibilidades. El narcisismo, en general, está muy puesto en el cuerpo de la mujer. La sociedad impone que una mujer sea cuidada, linda, agradable. Ahora se lo están poniendo, por demás, a los varones. Creo que estamos en este sentido, desgraciadamente, parejos porque es una estética de lo visual. Todo es visual. Entonces la mujer empieza a sentirse como por fuera de lo visual, de lo erógeno. Hay como un rechazo hacia lo viejo, en estas sociedades. Y, también hay una apología a lo liso. La superficie lisa, la superficie que no presenta conflicto. También se manifiesta esto en el arte. Se ve en las coreografías, en las performances, es decir, en todos lados aparecen las superficies que no traen relieve, que no traen entrecruzamientos. Aparece también en el diseño de la ropa.

               En la menopausia, aparecen las llamadas micro melancolías que se manifiestan de distintas maneras. Algunas se manifiestan de una manera maníaca y  empiezan las cirugías, la necesidad de rejuvenecimiento. Es como que van por todo. En el caso de las depresiones o los afectos hipocondríacos es donde el cuerpo empieza a hablar y/o a tratar de decir lo que la mujer no puede enunciar. El cuerpo de la mujer es complicadísimo en ese tiempo tanto como su psiquismo. No es por la pérdida de la menstruación. La interpretación es que la menopausia tiene que ver con que no se puede tener más hijos.

               Si bien la edad de la menopausia tiene una disposición genética, a veces, las menopausias son producto de situaciones traumáticas. Hay menopausia precoz, por ejemplo, producto de un gran duelo o de situaciones muy difíciles de elaborar”

La lucha de las Mujeres
               “Uno de los grandes problemas de la discusión es que están en posicionamientos muy duros, tanto las mujeres como los varones. Se colocan en situaciones extremas tanto el feminismo como el machismo. Yo pienso que el machismo surge por este miedo que genera el cuerpo de la mujer, la sangre, los enigmas. Lo que se idealiza genera angustias persecutorias y necesita ser denigrado y oprimido. Y me parece que el feminismo, tiene que ver con algo no resuelto, también de un repudio a la femineidad. No solamente el machismo tiene ese repudio hacia la feminidad, hacia lo femenino. Sino también, hay un tipo de feminismo que tiene que ver más con conflictos, con odios y resentimientos fálicos. Los resentimientos barren con todo. Se complica, porque este discurso está muy enraizado. Estas posiciones tan aparentemente tercas, en realidad, están enarbolando fanatismos tanto de un lado y del otro. Estos discursos son extremos.

               Las personas más inteligentes funcionan en los grises. Sin embargo, a veces, hay como una suerte de tontería, es como ver al mundo a través del ojo de la cerradura, o desde adentro de un pozo. Es decir, la lucha por los derechos de la mujer es una lucha constante, sobre todo de  las mujeres inteligentes con capacidad de preguntarse y de sostener la incertidumbre en el diálogo con lo diferente”.

Identidades de Género y Condición de la Mujer               
               “Tendríamos que pensar a la Mujer a la luz de la cuestión transexual y de los movimientos feministas que transformaron una cuestión privada en una causa identitaria. Esto viene desde afuera y le está imponiendo a la mujer una nueva manera de ser. A veces desplegando demasiada autonomía sin capacidad de amar a un hombre o con una autogestión en todo sentido donde literalmente prescinde del varón y del Padre, entendiendo esto como la caída de la función paterna, (En el nombre del Padre- Lacan), no por padre per se, sino como una ley que implica una posibilidad de no ir por un – No Todo. Está el caso de Paul Beatriz Preciado quien de a poco se va transformando en Paul. Para ella lo bello es lo sin límite, lo que sea. El pensamiento -trans- está en la acción y va directo hacia el cuerpo de las mutilaciones.

               Lo femenino no necesita de la mutilación porque se sabe a sí misma con límites pero no lo vive como una mala castración sino como diferencias.

               El caso de Virginia Woolf es diferente. Luchó por las diferencias que se les hacían a las mujeres en relación con los varones. Por ejemplo, las mujeres no podían heredar, no podían publicar, etc. Creo que eso generó una melancolía insuperable que intenta elaborarla en sus hermosos libros: Orlando y Un cuarto propio. Una mujer necesita dinero -independencia económica- y una habitación- un mundo interior, un espacio propio al deseo de ella.

               La Mujer en esta época está más bastardeada que nunca por los movimientos identitarios, por la cultura de la cancelación y por los mismos trans. Creo que hay un psiquismo diferente atravesado por distintas hormonas. Esto es lo que muchas intentan perder, perdiendo todo, sobre todo exaltando la aversión a lo femenino, como imposibilidad y, al mismo tiempo, la aversión a lo masculino como imposibilidad de acceso al amor. Estos intentos de nuevas formas no hablan de amor ni de historia, luego de diez encuentros de Tinder te olvidarás del cuerpo del otro. Las Mujeres seguiremos en una búsqueda más silenciosa, interna y externa, por supuesto frenando todo tipo de abusos como un deber hacia nosotras mismas, que es el respeto por nuestro deseo e integridad. Dicho esto, podría perfectamente sustituir la palabra Mujer por la palabra Varón estando en una posición de respeto mutuo por aquello que los enferma y  por aquello que los cura: el amor y las buenas palabras” Bea Strugo.

Mirta Salafia