“Para mí, no existe pasado ni futuro en el arte.
Si una obra de arte no puede vivir siempre en el presente,
no se debe absolutamente tenerla en cuenta”.
Pablo Picasso (1881-1973)
Mougins es una ciudad medieval francesa, ubicada en la región de la Provenza – Alpes – Costa Azul perteneciente al departamento de los Alpes Marítimos, en el distrito de Grasse. Está situada sobre la montaña y cerca de Cannes. Tiene la particularidad de tener un diseño en círculos concéntricos, ser peatonal y construida solo de piedra, atravesada por obras de arte a cielo abierto, con varias galerías donde conviven la pintura, el grabado, la escultura y pequeños ateliers donde se puede ver a los artistas produciendo y vendiendo su obra. Está cubierta de jazmines blancos y perfumados que trepan enredados en busca de sol y aire de mar, son las violetas y las rosas de los canteros que iluminan las esculturas de Rembrandt, Cézanne, Van Gogh, Picasso y, sin más, en algún rincón, nos sorprenden exultantes las esperadas lavandas.
En Mougins, vivió y murió hace cincuenta años, Pablo Picasso. Se sabe que su admiración por la belleza del sur de Francia lo trajo a menudo de vacaciones y durante años se alojó en el Vaste Horizon Hotel, junto a Dora Maar, Paul Eluard, Man Ray, Lee Miller y Jean Cocteau. En el año 1961 compró su casa llamada “Notre – Dame – de Vie”. Fue durante una docena de años su lugar en el mundo junto a su última esposa, Jacqueline Roque. En esta casa realizó alrededor de trescientas obras. La ciudad está organizando una serie de exhibiciones, proyecciones y exclusivos tours para rendirle tributo a su excepcional y extensa obra artística como a la memoria de quien revolucionó el arte del siglo XX. Entre las exhibiciones fotográficas se destacan las de André Villers, Henri Traverso y Lucien Clergue.
Desde el 6 de marzo al 5 de noviembre, la ciudad alberga la muestra “Hommages et Présages”, bronces entre tierra y cielo, del multipremiado artista holandés, Gabriël Sterk. Las obras están ubicadas estratégicamente por toda la ciudad y responden a la diversidad temática del artista que ofrece desde la representación de emblemáticos pintores como es la cabeza de Picasso que nos recibe al ingreso de la ciudad, como su admiración por los animales, ciertos temas mitológicos y bíblicos hasta la representación de la belleza femenina. Si bien los temas de sus obras son variados, una sola y misma energía es la que anima y enlaza a las mismas.
Entre los museos de Mougins se destaca por su importancia, el Museo de Arte Clásico (MACM), fundado por Christian Levett. Es un lugar mágico y sorprendente por la importancia y la curaduría de su patrimonio. En este momento, se presenta hasta el 30 de septiembre, la muestra “Picasso visto por los Otros”. Son fotografías junto a las personas más próximas a su intimidad y en su vida cotidiana, especialmente de sus mujeres dado que ellas han sido inseparables en su obra. En la colección permanente se encuentran las siguientes obras del pintor malagueño: “Escultor y modelo que admiran una cabeza”(1933), “Perfil de Jacqueline” (1956), “Retrato de muchacha” (1944), “Escena báquica al Minotauro” (1933), “Minotauro muriendo” (1933), “Cuatro mujeres desnudas con cabeza esculpida” (1934) -versión clásica de las jóvenes de Avignon-, “Cabeza de Mujer de perfil” (1959), “Hombre barbudo coronado de hojas de vida” (1962).
No hay que dejar de ver el Museo de Fotografía y pasar un tiempo en algún café con la Avalon Jazz Band de fondo.
Mougins enamora por su belleza, guarda secretos y cuenta historias fascinantes. Visitarla es una experiencia artística.
Mirta Salafia