Quien se atreva a zigzaguear por la orilla del Riachuelo, entre las calles Palo Y Alfredo Palacios, se sumerge en la historia de un barrio fundacional de nuestras múltiples identidades y de su enorme aporte artístico. La típica vuelta de Rocha con el fondo del puente Transbordador Nicolás Avellaneda, la Isla Maciel y la Autopista Dr. Ricardo Balbín, son una invitación para desplegar un sesgo típicamente porteño. En el corazón del barrio de La Boca y como parte del Distrito de las Artes se encuentra el Colón Fábrica.
El Colón Fábrica es un lugar de exposición de algunas partes de las escenografías junto con los vestuarios utilizados por los artistas en las distintas óperas y representaciones de ballet realizadas en el Teatro Colón. En este momento se pueden observar, entre otras, las correspondientes a las óperas Nabucco, Los Cuentos de Hoffmann, La Boheme, Rigoletto… y, sin dudas, es posible experimentar los destinos de algunos de los personajes. En la amplitud de los espacios en los cuales se presentan las diferentes escenografías se podría imaginar los jardines y aposentos reales en la antigua Babilonia con el ingreso majestuoso del Sumo Sacerdote y el susurro constante del Va´ pensiero, tan vigente en estos momentos de la historia. Quizás en París, encontrar a la muñeca mecánica Olimpia antes de que sea destrozada y llevarla a pasear eternamente por la barcarola del acto tercero de los Cuentos de Hoffmann. La muerte injusta de Gilda se escucha a lo lejos y se contrapone con la libertad del asesino Sparafucile, siendo Rigoletto una ópera verdiana que manifiesta el entramado del poder de las cortes italianas del siglo XVI como las intrincadas e inexplicables historias de amor de todos los tiempos.
Colón Fábrica, los espera. Que así sea.
*El Teatro Colón es uno de los pocos en el mundo que tiene talleres propios en los que se realizan en forma integral las escenografías, los vestuarios y efectos especiales para las monumentales puestas en escenas. Los talleres fueron construidos en la década del treinta y se encuentran ubicados en los subsuelos del Teatro. Su superficie es de alrededor de veinte mil metros cuadrados y se conectan directamente al escenario. Llegan hasta la mitad de la Avenida 9 de Julio y pasan por debajo de la Plaza del Vaticano hasta la calle Viamonte. Además, cuenta con un galpón en el barrio de Chacarita que funciona como anexo donde se encuentran la mayoría de los talleres de carpintería, maquinaria, utilería y escultura, mientras que los talleres de escenografía continúan aún en el Teatro donde se realizan la decoración y la telonería; la sastrería, la peluquería y la zapatería; la luminotecnia, el montaje, la tapicería, la electricidad y la infraestructura del escenario. Junto a los talleres se encuentran las salas de video, de audio y el centro de documentación.
Mirta Salafia