“El movimiento Young British Artists o YBAs es un grupo de artistas contemporáneos del Reino Unido, muchos de ellos provenientes del Colegio de las Artes Goldmith en Londres. La expresión Young British Artists procede de una serie de muestras expositivas y eventos con el mismo nombre, organizadas en la Galería Saatchi a partir de 1992, que lanzó a los artistas participantes al reconocimiento internacional. Obtuvieron una amplia cobertura en los medios de comunicación y dominaron el arte británico durante los años 90. De esta forma, YBAs se ha convertido en una expresión histórica. Los artistas más emblemáticos del grupo son Damien Hirst y Tracey Emin”.

Jenny Saville, nacida en Cambridge, en el año 1970, forma parte del Movimiento Young British Artists. Es conocida fundamentalmente por sus monumentales cuadros de desnudo femenino. Vive y trabaja en Londres y Palermo (Italia).

        Estudió en la Glasgow School of Art (1988-1992) y se le concedió una beca para estudiar en la Universidad de Cincinnati, terminando su formación en la Slade School of Fine Art. Al finalizar sus estudios, su obra interesó al coleccionista Charles Saatchi quien compró su obra completa por los dos primeros años.

        Saville ha desarrollado su carrera dentro de la tradicional técnica de la pintura al óleo, en un estilo figurativo heredado de la Nueva Figuración de los años 1950 y 1970, con influencia de Rubens y Lucian Freud. La Nueva Figuración es una vuelta a la pintura figurativa después de tanto expresionismo abstracto y otros tipos de abstracción. Hay un predominio de la figura humana y juega con el expresionismo en colores, gestos, atmósfera o temas. Entre sus artistas más destacados se encuentran Henry Bacon, Lucien Freud y Frank Auerbach.

        Desde su debut, Jenny Saville, en 1992, su temática se ha centrado en el cuerpo de la mujer, en pinturas en gran escala, con figuras vistas desde perspectivas poco usuales, donde los cuerpos semejan montañas de carne que parecen llenar todo el espacio, con predilección por mostrar las zonas genitales, o por imperfecciones y herida de la piel. Sus pinturas retratan cuerpos corpulentos con énfasis en formas carnosas y curvas. Figuras distorsionadas, estiradas, agrandadas. Realismo y detalle minucioso. Utiliza colores intensos, dispuestos por manchas, predominando los tonos rojos y marrones. Generalmente se retrata a sí misma. Inspirada por Courbert y Velásquez pinta la mujer real, de hoy en día, sin ningún tipo de idealización, sin buscar la belleza, sólo la veracidad, realizando como ella misma dice “paisajes del cuerpo”.

        Jenny Saville ha culminado una exposición individual muy interesante y con un gran despliegue del conjunto de sus obras (del 21/03 al 29/6/25), en Albertina Museum Wien, titulada Gaze, con la curaduría de Ángela Stief y Melissa Lumbroso. Exposición que quien escribe pudo apreciar personalmente. La misma fue estructurada en diferentes series de pinturas, entre ellas la que lleva el nombre de la exposición: “Gaze”, significa traducido al español, mirar fijamente a algo o a alguien. 

        La obra seleccionada es Gaze o Mirada fija. Es un autorretrato. La pintura es dominada por los ojos azules y una penetrante mirada fija, una mirada que ella encarna con empatía e inocencia. La obra está pintada con óleo y acrílico sobre lienzo del cual no se dispone información de sus medidas. Existen áreas de la pintura que conforman pasajes abstractos que se unen con pinceladas anchas y una superficie impostada y carnosa realzando la humanidad de la modelo. En la construcción artística de este rostro hay un volumen bastante más grande que la propia cabeza de la artista y es importante destacar que Saville ha tenido experiencias como observadora en quirófanos de cirugías estéticas. Quizás una lectura con esta información sería reconocer en las sucesivas capas de pintura superpuestas la relación que existiría entre ellas y las varias capas de tejido, músculo, hueso, nervios y demás que se desplazan y a la vez se yuxtaponen en una intervención. 

        Se tienen diversas experiencias con la obra, según desde la distancia que se la observe. La pintura es un retrato tradicional y a medida que uno se acerca a la superficie pictórica el entrelazamiento de las marcas de pintura y el color envuelve al espectador para darle una sensación intensificada, una mayor sensación de realismo para experimentar el disfrute de la pintura en sí misma. Nuestra mirada fija sobre “Gaze” nos remite a nuestro presente y a la intensidad de los retratos de Rembrandt y Tiziano, dos enormes artistas del mundo del arte tan admirados por todos y en especial por Jenny Saville, en donde la forma de utilización de la pintura impregna a los retratos de una profunda humanidad.

        En relación con la relevancia de la obra seleccionada y de la artista, ambas tienen plena vigencia en el mundo del arte contemporáneo en este presente y mirando hacia adelante. La obra no sólo da cuenta de la alta calidad técnica sino que nos interpela claramente con su mirada fija a una realidad que muy bien describen G. Lipovetsky y J. Serroy, en su libro, La estetización del mundo, en la siguiente cita: “En la actualidad, las prácticas cosméticas, la lucha contra el sobrepeso y las arrugas, la cirugía estética y los regímenes para adelgazar proliferan en todas las capas sociales y en todas las edades (…) Es la época de la superproducción y el híper consumo cosmético, de la conjugación hasta el infinito de medios destinados a realzar la belleza de la cara y el cuerpo de jóvenes y menos jóvenes. La belleza se ha convertido en un nuevo Eldorado del capitalismo al mismo tiempo que una obsesión y una práctica narcisista de masas”.

        Para dar cuenta de la incidencia de la pintura de Jenny Saville en el circuito del mercado del arte, una obra suya, titulada “Propped” del año 1992, el 5 de octubre de 2018, en Sotheby´s, ha sido la obra vendida al precio más jamás pagado en subasta, por una artista viva (10,8 millones de euros).

Mirta Salafia