“Nace el 15 de un mes de abril, en la ciudad de Buenos Aires. Su amor por la pintura se inicia cuando era muy pequeña. Sus padres fueron admiradores de las obras de arte y le enseñaron a conocerlas desde las grandes enciclopedias. Mimi Rimonda lleva en sus genes el amor por el arte. Ha realizado exposiciones en nuestro país y en el mundo obteniendo menciones especiales. Desde el óleo, al acrílico, de allí al arte conceptual, luego al arte digital y hoy experimenta con los NFTs*, los ordinals y el arte progresivo”
Esta entrevista nace en el espacio de un encuentro mínimo, entre las dos. Más Mujeres, agradece la posibilidad de conocer y difundir a Mimi Rimonda, prolífera, versátil Artista plástica y Mujer.
¿Qué registros se pueden enhebrar desde tu infancia, en relación con el arte en general y con la pintura en particular?
Mis padres siempre estuvieron conectados con la estética. Uno de mis tíos ha sido pintor y ha realizado importantes trabajos en la ciudad de Torino, Italia. Mi abuela materna fue todo un personaje feminista. Desde la ciudad de Quilmes tomaba el tren hacia la ciudad de Buenos Aires, en el año 1920, para estudiar farmacia y bioquímica siguiendo los pasos de Julieta Lanteri. Un dato amoroso, su padre le había construido un largo banco desde su casa para esperar el colectivo. Sobre todo, para protegerse en los días de lluvia y de las frecuentes inundaciones.
Mi otra abuela era modista de alta costura. Yo le ayudaba a hacer sus diseños en gasa y creaba flores y pétalos para sus vestidos de novia. Pienso que ha sido ella la que puso en práctica y en mis manos, algo del arte que admiraba junto a mi padre a través de las imágenes impresas de los grandes maestros.
En tu formación has tenido diferentes maestros y profundizado el dibujo y las diversas técnicas. ¿Cómo ha sido, sucintamente, ese recorrido?
Estudié arte con diferentes maestros. María Pla, pintura; Washington Rivière, figura humana; Ernesto Pesce, acuarela; Alicia Bofi y Marcos Borio, paisajes; Cristina Coroleu, sumi-e y técnicas orientales.
Tu obra tuvo y tiene una trayectoria mundial, cuáles han sido esos lugares.
Mis muestras, en el exterior, comenzaron en el año 2001.
Fui elegida por Vito Campanella (1932-2014, artista plástico italiano, radicado en Argentina; su obra es de estilo surrealista) para la Bienal de Firenze de Arte Contemporáneo y obtuve muy buena crítica por parte de John Thomas Spike, historiador de arte, curador y autor estadounidense, especializado en los períodos del Renacimiento y del Barroco italianos.
Las demás muestras surgieron de mi exposición individual en el ex Museo Metropolitano de Buenos Aires, lugar exquisito, donde además me compraron obra, la familia Baccardi y un embajador ruso. Expuse, en otros lugares, en el Miami Design District, en la ciudad de Amsterdam, en Times Square de Nueva York y en La Pedrera de Barcelona.
Desde 2014 vivo gran parte del año en Londres y he podido realizar varias muestras invitadas por distintos curadores.
La acuarela y la aguada japonesa se hacen presentes en tu obra. ¿Existe alguna correlación entre esta decisión y tu vida personal?.
La acuarela me parece mágica, esperar qué pasa después de la mancha, siempre es y será una experiencia apasionante. Comencé la técnica tradicional con Ernesto Pesce. Luego continúe con sumi-e (técnica de pintura ancestral con origen en China, en tinta negra, que me calma muchísimo) y acuarela con las aplicaciones de la técnica oriental junto a Cristina Coroleu.
La pregunta en relación con mi vida personal y la pintura japonesa es muy oportuna, dado que inicié las técnicas orientales en el preciso momento de deterioro de mi único matrimonio.
Lo que consideres aportar en referencia a tu obra, su sentido y significación desde tu condición de ser mujer.
Comencé con el arte, a los treinta años, dado que nací en una familia de inmigrantes italianos y tenía que lograr mis objetivos de vida de manera independiente. Entonces, decidí estudiar la carrera de contadora pública y tener una profesión rentable. Trabajé en el mercado financiero para un agente de bolsa. Mucha adrenalina. Fue el trabajo que más me gustó en la vida. Estudié en la Comisión de Valores para ser idónea e hice dinero.
Nació mi primera hija y empecé a pintar paisajes con Alicia Boffi, mi maestra y una de mis mejores amigas. Con estos paisajes intentaba dejar en el lienzo, imágenes que me transportaran a otros lugares. Hacer posible mi incansable deseo de viajar. Más tarde, con el nacimiento de mi segunda hija, junto a Washington Rivière comencé retratos y fue un modo no sólo concebir a mis hijas sino además, poder crearlas a través de la pintura. En ese momento, mi arte era muy controlado y con un pincel triple cero.
Cuando entendí que podía pintar la realidad tal cual era, introduje otras técnicas. La acuarela fue el sosiego en tiempo de caos. Más tarde tuve la necesidad de contar mis paisajes mentales que eran y son muy ricos por cierto. Para entender el arte no figurativo comencé a estudiar en UNA (Universidad Nacional de Arte) y, allí inicié una relación profunda con el acrílico, el grabado y el dibujo.
Es muy interesante conectar mi experiencia de grabado que denomino, Arte en Joyas, con las tradiciones familiares italianas de regalar joyas para poder vender en caso de necesidad económica o guerra.
Luego de mi divorcio, desarrollé una profunda vinculación con la espiritualidad en todas sus variantes. Soy budista y eso se unió con mi esfera verde con estrellas rojas de mi infancia que me calma cuando cierro mis ojos y decido dormir o descansar. Por el Dharma o la filosofía budista, además de mi conexión con la energía, el cosmos y la libertad, pasé al arte conceptual.
Con un amor inglés, me conecté con los NTFs y me pareció espectacular contar mis paisajes mentales en forma detallada con esta técnica. Desde el año 2020, con los NTFs, con el cripto mundo en todas sus facetas, conocí los ordinals y el arte progresivo. En este conocimiento debo agradecer a personas jóvenes y muy generosas de las que he aprendido y sigo aprendiendo muchísimo.
Mirta Salafia
*NFTs: en inglés – Non Fungible Token- son objetos digitales únicos e irrepetibles que no se pueden sustituir, reemplazar o consumir con su uso.
En el momento de cerrar la edición de esta entrevista, Mimi Rimonda termina de exponer en Art Piaggio Gallery, en el barrio de Recoleta, ciudad de Buenos Aires. Las próximas exposiciones serán durante el mes de mayo, en el Centro Cultura Viva, en la ciudad de Buenos Aires y una colectiva en la ciudad de Londres, en el próximo mes de julio. Está por confirmarse para este año, una muestra en la ciudad de Assisi, Italia.